Jugada crucialmente clave al final del tiempo regular. Clic para ver todos los vídeos relevantes del partido. |
El juego 4 de la final de la conferencia oeste en los Playoffs de la NBA fue un partido excepcionalmente rico en emociones, en talento, espectacularidad y ciencia, que deja hermosas enseñanzas.
En tan alto nivel de excelencia deportiva el conocimiento se convierte en factor decisivo.
Los Playoffs de la NBA se ganan en un rompecabezas de conocimiento muy complejo. Clic para leer sobre el Big Picture. |
Cada partido es una fuente de hermosas enseñanzas para la vida personal y de los negocios. Naturalmente cada quien toma lo que quiera. Los aficionados a la NBA somos millones de seres humanos diferentes, únicos.
Nuestra manera de gozar un partido es personal.
Mi manera de gozar los partidos de la NBA o cualquier evento deportivo, está guiada por lo que es la esencia de mi vida, una búsqueda de crecimiento, de mejora integral, holística, de aprendizaje continuo. Me entretengo, me divierto pero intento aprender lo que pueda.
Y la primera lección que me regala un partido como el de anoche entre los Warriors y los Blazers es que el nivel de la competencia es fabuloso. Todo es superlativo. Que aquí la diferencia entre ganar y perder la determina un detalle, una magia, un acierto excepcional, o un error que como seres humanos podemos cometer.
Cuando faltaban 10 segundos para terminar el partido, los blazers tenían la posesión del balón. Piden un tiempo. Ese diseño y ejecución de la estrategia ofensiva para los Blazers y defensiva para los Warriors merecería un estudio profundo posterior. Los Blazers apostaron a que su jugador estrella Lillard en un uno, contra supuestamente, un uno, marcaría la diferencia o por lo menos lograría que le cometieran una falta y ganarían el partido. Los Warriors predijeron que a eso jugarían los Blazers y prepararon una jugada defensiva con dos hombres, Thompson y Green. Y la defensiva le ganó a la ofensiva. Pero por nada. GENIAL. Una obra de arte. Un verdadero thriller.
Cuando faltaban 10 segundos para terminar el partido, los blazers tenían la posesión del balón. Piden un tiempo. Ese diseño y ejecución de la estrategia ofensiva para los Blazers y defensiva para los Warriors merecería un estudio profundo posterior. Los Blazers apostaron a que su jugador estrella Lillard en un uno, contra supuestamente, un uno, marcaría la diferencia o por lo menos lograría que le cometieran una falta y ganarían el partido. Los Warriors predijeron que a eso jugarían los Blazers y prepararon una jugada defensiva con dos hombres, Thompson y Green. Y la defensiva le ganó a la ofensiva. Pero por nada. GENIAL. Una obra de arte. Un verdadero thriller.
Jugada decisiva 1, final tiempo regular. Clic para ver todos los vídeos relevantes del partido en el sitio oficial de la NBA. |
Jugada decisiva 2, final tiempo extra. Clic para ver todos los vídeos relevantes del partido en el sitio oficial de la NBA. |
El partido pudo ser perfectamente de los Blazers, pero en un thriller de excelencia extraordinaria se impusieron los Warriors.
Hoy se podrían estar contando otras historias si hubiesen ganado los Blazers. Para mí no, independientemente del resultado los dos pudieron ganar. Sólo la excelencia en su máximo nivel determinó el ganador.
Detrás de todo lo que hay son empresas y organizaciones en un mundo de los negocios de nivel excepcional. Negocios que explotan las ciencias y modernas y las tecnologías vanguardistas.
La lección fundamental para mí como aficionado de la NBA es que en un partido como éste se demuestra que cuando se compite a un nivel de excelencia tan extraordinario, tú haces lo mejor que puedas, y siempre serás ganador, sin importar el resultado.
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En el mundo NBA la excelencia brilla en todo lo que precede al juego, en lo que pasa durante el juego y en lo que se produce posterior al juego.
Para concluir, si nos focalizamos estrictamente en el partido lo que observo es excelencia que se respira por todos los poros. Los dos equipos son excelentes. Los equipos técnicos son excelentes. La NBA es excelente en el management completo de su negocio. Cada partido es como un show, como una película, con actores maravillosos, entregados con pasión con el objetivo de ganar.
Hay un guion inicial preparado con extraordinaria excelencia pero luego durante el partido, el guion final se va escribiendo en tiempo real. Y los jugadores tienen tal nivel de excelencia, de creatividad y de compromiso que su toma de decisiones, muchas veces en fracciones de segundos, es todo un himno a la excelencia.
La NBA es ciertamente una escuela de la vida y de los negocios que contribuye maravillosamente al Big Picture del deporte como un motor de crecimiento de crecimiento y prosperidad para todos.
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